La relación entre el propósito de vida y la felicidad
La vida es un camino lleno de altos y bajos, y la mayoría de nosotros ha llegado a una encrucijada en la que nos hemos preguntado: ¿cuál es mi propósito en la vida? Encontrar el propósito de nuestra vida es una de las tareas más importantes que podemos emprender. Cuando sabemos por qué estamos aquí y lo que queremos hacer, nos sentimos motivados, llenos de energía y entusiasmados por lo que está por venir. También nos ayuda a encontrar la felicidad.
Un propósito de vida es la razón por la que existimos. Es el significado detrás de nuestro trabajo, nuestras relaciones, nuestras acciones y decisiones. Encontrar nuestro propósito de vida no es fácil, pero el esfuerzo vale la pena. Un estudio descubrió que las personas que tienen un propósito de vida declarado tienen un 15% menos de probabilidades de morir que las que no tienen uno.
Pero, ¿cómo afecta tener un propósito de vida a nuestra felicidad?
Tener un propósito de vida aumenta nuestro bienestar psicológico
Una vez que descubrimos nuestro propósito de vida, nos sentimos más comprometidos y enfocados en lo que queremos lograr. Esto nos da una sensación de dirección y propósito. La investigación ha demostrado que esta sensación de dirección puede tener un gran impacto positivo en nuestra salud mental y en cómo nos sentimos acerca de nuestra vida.
Un estudio encontró que las personas que tenían un mayor propósito de vida eran menos propensas a sentirse deprimidas o ansiosas. Otro estudio descubrió que las personas que tienen un propósito de vida tienen una mayor sensación de bienestar subjetivo.
Tener un propósito de vida mejora nuestra salud física
No solo tiene un impacto positivo en nuestra salud mental, sino que también puede tener un impacto en nuestra salud física. Un estudio realizado en 7,000 personas mayores de 50 años encontró que aquellas que tenían un propósito de vida declarado tenían tasas más bajas de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares e infartos.
Cuando tenemos un propósito de vida, nos cuidamos más. Somos más conscientes de nuestra salud y nos esforzamos por cuidarla para poder seguir trabajando hacia nuestros objetivos. Además, el tener un propósito de vida también puede hacernos más resilientes. Cuando enfrentamos desafíos o momentos difíciles, tenemos un sentido de dirección que nos permite superar estos obstáculos con más facilidad.
Cómo encontrar nuestro propósito de vida
Encontrar nuestro propósito de vida puede ser desafiante, y puede llevar tiempo. Pero aquí hay algunas cosas que podemos hacer para ayudarnos en el proceso.
1. Reflexionar sobre lo que nos apasiona
¿Hay algo que nos encanta hacer? ¿Algo que nos emociona? Reflexionar sobre nuestras pasiones puede ayudarnos a descubrir nuestro propósito de vida. Si amamos lo que hacemos, es más probable que estemos motivados y comprometidos en lo que estamos haciendo.
2. Pensar en nuestro legado
¿Qué queremos ser recordados? ¿Qué queremos que la gente piense de nosotros después de que nos hayamos ido? Si pensamos en nuestro legado, podemos empezar a ver cómo nuestras acciones en el presente contribuyen a nuestra visión del futuro.
3. Preguntar a otras personas
Nuestra familia y amigos pueden ser una buena fuente de información sobre nuestras fortalezas y debilidades. Podemos preguntarles qué creen que somos buenos en hacer, qué les gusta de nosotros y qué mejorarían. Esto puede ayudarnos a ver a nosotros mismos desde una perspectiva diferente y descubrir algo nuevo sobre nosotros mismos.
Conclusión
Encontrar nuestro propósito en la vida es una tarea importante, y puede tener un impacto positivo en nuestra felicidad y en nuestra salud mental y física. Ya sea que lo encontremos a través de la reflexión, a través de preguntas a otras personas o de cualquier otra manera, tener un propósito de vida nos da una sensación de dirección y nos ayuda a encontrar una mayor satisfacción en nuestra vida.